Ribbeck Elliot y Watney Wolheim, los sudafricanos que jugaron en Hindú en 1933

Linda historia que nos trae Periodismo Rugby...

Hay plata en el rugby. Desde que el profesionalismo se instaló definitivamente, mucha gente hizo dinero con el juego y por supuesto, mientras sea dentro de la ley, no hay ninguna objeción para que eso suceda. Sin embargo hasta no hace mucho tiempo en el medio local, una de las peores cosas que le podía pasar a un rugbier era que se lo acuse de recibir alguna contraprestación por practicar deporte. Profesional era el peor insulto que podía sonar en los clubes argentinos. Y, a veces, atronaba.
Seguí leyendo en Historia de verano (4)